Barca en la orilla
116 x 89 cm
óleo sobre lienzo
2010
Antón Ferne en «Los Paisajes de Sula» se refiere a esta obra de la siguiente manera:
«Hay un mar azul enmarcado entre una tierra y un cielo lívidos. Una barca está varada en la orilla. La vela está desplegada pero destensada, no sopla viento alguno, ni brisa. El mar es azul y hundido en una empecinada calma. Su color no le viene dado por la radiación de un sol distante. El azul del mar nos dice que este mar está vivo, más vivo que todo aquello que lo delimita o cubre. Tiene color porque el color es aquí indicativo de vivacidad. Así pues este mar es la más vivaz y calmada realidad del cuadro y de toda la esfera de la representación. El azul es profundo y metafísico, como son según Kandinsky todos los azules, pero suave y sosegado. El mar está junto a una barca atracada en la tierra, dispuesto a dejarse atravesar por ella según la libre dirección del viento que ha de soplar en el rumbo que la propia vela ordene.»